Era un imperio militar. El emperador era considerado como un dios. Su último emperador fue Moctezuma, que fue vencido por el ejército de Hernán Cortés.
Hablaban el « náhuatl ». Uno de sus dioses más importantes era Quetzalcóatl. Su representación era una serpiente con plumas.
La ciudad, situada en un altiplano a 2200 metros de altura cerca de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, está construida en una laguna (lago de Texcoco) y se comunica con tierra firme por medio de cuatro carreteras. La ciudad es tan grande como Sevilla y Córdoba reunidas y mucho mayor que cualquier ciudad española de la época.
El pintor mejicano Diego Ribera (1886-1957) representa en este mural pintado en el Palacio Nacional (México-DF) el gran mercado de Tenochtitlán, capital del pueblo azteca y antiguo nombre de la ciudad de México.
El mercado era una actividad intensa que llamo la atención de los españoles al llegar.
Los aztecas se contentaban con una comida a base de maíz y tenían maíz de varios colores: amarillo, blanco, azul y rojo. El maíz se comía en forma de tortillas o de tamales. Las demás verduras eran frijoles, los nopalitos, la tuna, el tomate y el aguacate.
Los únicos animales que criaban para comerlos eran los perros, y los guajolotes (los pavos).
En todos los platos añadían mucho chile muy picante. Los principales productos con azúcar eran el cacao, la miel y la vainilla.
Se tostaba y se molía el haba del cacao, se le añadía agua y se batía con un palo especial para producir un estado espumoso. La bebida se saboreaba con miel o vainilla. Se apreciaba mucho durante fiestas en que se leía poesía, se tocaba música y se bailaba. También se usaba la bebida como medicina.